Suprema Corte de EUA limita daños en casos de marcas: lección clave del caso Dewberry para los titulares de marca

En febrero de 2025, la Suprema Corte de Estados Unidos emitió una decisión unánime en un caso de infracción de marca que está dando mucho de qué hablar en la comunidad de propiedad intelectual: el asunto conocido como “Dewberry”.

En este litigio, el Tribunal revocó una condena cercana a los 43 millones de dólares al concluir que el demandante no puede obtener las utilidades de empresas afiliadas que no fueron demandadas directamente en el procedimiento.

¿Por qué es relevante este caso para empresas en México y en otros países? En esencia, la Corte recordó que la responsabilidad en materia de marcas es personal: sólo se pueden reclamar las ganancias del demandado directamente involucrado en el juicio, incluso cuando forma parte de un grupo corporativo más amplio.

Esto refuerza la importancia de diseñar con cuidado la estructura societaria de los grupos empresariales, así como de definir con claridad qué entidad será titular de las marcas y qué entidades las explotarán comercialmente.

Para los titulares de marca, esta decisión envía un mensaje claro en materia de estrategia de litigio: al preparar una demanda por infracción, será crucial identificar y demandar expresamente a todas las entidades que se beneficien con el uso infractor de la marca, en lugar de intentar recuperar indirectamente las utilidades de afiliadas no demandadas. De lo contrario, un reclamo de daños podría verse significativamente reducido, aun cuando la infracción resulte acreditada.

Desde la perspectiva de cumplimiento y prevención de riesgos, el caso también invita a revisar contratos de licencia, esquemas de uso de marcas dentro de grupos multinacionales y mecanismos de control sobre distribuidores o socios comerciales. Una buena gobernanza marcaria ayuda no sólo a fortalecer el registro y la distintividad de los signos, sino también a maximizar las posibilidades de obtener una reparación adecuada en caso de controversia.

En un contexto donde los litigios de marcas se vuelven cada vez más complejos y globales, decisiones como la del caso Dewberry sirven como referencia para anticipar criterios que pueden influir en otros sistemas jurídicos, incluidos los de México y América Latina. Para las empresas que operan en varios países, comprender estos criterios y alinear su estrategia corporativa y de propiedad intelectual es una tarea indispensable.

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